Son muchos los jóvenes que no estudian ni trabajan y el número de este tipo de personas sigue en aumento. Ya las alarmas del gobierno deben dispararse para poder frenar este crecimiento, pues esto está enfocado principalmente a la ausencia de políticas públicas que permitan estimular el estudio y el trabajo.
La Dificultad para poder obtener un primer empleo desestimula a muchos nuevos aspirantes debido a la falta de estrategias que fomenten la primera ocupación remunerada y la motivación de los mismos.
Se debe estimular el estudio y buscar más apoyo para auspiciar programas que permitan a los jóvenes tener una primera oportunidad. Para esto se debe coordinar una estrecha relación entre las academias y el sector empresarial para dar preferencia y prioridad a las carreras más demandadas.
Siempre he pensado que los jóvenes debemos abrirnos y emprender un negocio, o buscar la forma de hacer dinero limpio. Es importante que el gobierno respalde a los que carecen de historial crediticio y ponerse a disposición de los emprendedores, creando un esquema de capacitación para que los proyectos cuenten con la solidez necesaria y brindarle las herramientas para que estos puedan iniciar su propia empresa.
Con estos mecanismos el gobierno apoyara uno de los sectores más poderoso que tiene nuestro país (la juventud), ya que es el sector más creativo, positivo y constituye el desarrollo social, pero por lo general no tiene un padrino que le brinde los instrumentos para poder avanzar y salir adelante.